La importancia de un buen paseo

El paseo con tu perro es un momento del día que muchas personas esperan para poder relajarse… pero otras esperan que no llegue. El paseo con un perro que tira de la correa puede muchas veces llegar a ser bastante pesado y desagradable, ¿quieres saber cómo solucionarlo?
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Antes de empezar a hablar de cómo tener un buen paseo sin tirones ni percances, tenemos que saber algunas cosas.

La primera es que la correa es algo anti-natural para nuestro perro, los perros no nacen sabiendo llevar correa y por tanto es algo que debemos enseñarles.

Partiendo de esta base, no sirve de nada frustrarse, darle toques secos con la correa o gritarle por llevarnos por las calles como si fuéramos una cometa. De hecho, hacer todo esto en la mayoría de ocasiones lo único que logra es excitar aún más al perro y por tanto hacer que tire más y nosotros entonces nos pongamos más nerviosos. Es un círculo vicioso.

Lo segundo a tener en cuenta es el motivo que se esconde sobre el por qué tu perro tira de la correa.

¿Es porque nunca le has enseñado a pasear con correa? ¿Es por sobre-excitación? ¿Miedo? ¿Mala gestión del entorno? ¿Querer saludar a todo el mundo? ¿Querer llegar a un sitio? ¿Salir poco a la calle o tener paseos de no muy buena calidad? ¿Mal vínculo con quien lleva la correa?

Una vez sepamos el por qué tira, trabajaremos sobre ello de manera algo distinta según cada caso. Los motivos planteados dos párrafos más arriba son los más comunes. La mayoría de ellos involucran excitación en mayor o menor medida: querer saludar a todo el mundo indica poco auto-control debido a esa excitación, lo mismo con querer llegar rápido al parque.

Es muy importante asegurarnos de que antes de pedirle nada a nuestro perro, tenemos que tener sus necesidades cubiertas.

Con esto me refiero a: jugar con él, que tenga enriquecimiento ambiental y haga juegos de olfato, que pase tiempo de calidad en familia, que le demos caricias que disfrute sin pedirle nada a cambio, que pueda relacionarse con otros perros (si tiene capacidad para ello), etcétera.

Básicamente, que a nuestro perro no le falte de nada en otros ámbitos de su vida y que trabajemos en ello de manera global para que luego en el paseo no vaya como un desaforado. Recordemos que no es justo para un perro el exigirle algo cuando no le estamos dando lo que necesita ni tampoco le estamos enseñando correctamente.

Mucha gente se queja de que su perro tira en el paseo y cuando le preguntas sobre la rutina del perro te dicen que le sacan una vez al día, o a veces ni lo sacan porque sacarle no es agradable y ya tiene jardín o terraza.

Si el perro se pasa todo el día metido en casa, aburrido, sin nada que hacer, ¿cómo podemos pretender que al salir a pasear sea el perro más tranquilo del mundo?

Otras veces sí que le sacan pero el perro tiene mucha energía y con salir a pasear 1 h al día no es suficiente, porque el resto del tiempo está en casa sin estimulación alguna. Entonces se pasa el paseo tirando, agitado, mirando a todas partes u olfateando muy nerviosamente.

Si tu perro ya tiene todas las necesidades que mencioné antes cubiertas, te ayudará a disminuir que tu perro tire en casos de excitación por salir poco a la calle o por tener mucha energía acumulada.

Hacer juegos de olfato antes, durante y después de cada paseo será una ayuda extra que también permitirá que tu perro rebaje sus niveles de estrés y ansia (recordemos que ansia no es lo mismo que ansiedad) y que ayuda enormemente a perros con problemas emocionales como miedo, inseguridad, reactividad hacia perros, personas y otros estímulos de la calle. Esto es debido a que todo lo que les pone nerviosos pasa a un segundo plano y se enfocan en la tarea. Es decir, los estímulos pasan a fondo y el encontrar la comida o nosotros pasamos a ser figura en la cabeza del perro. Cuando un perro va muy nervioso y alerta por la calle es debido a que le cuesta diferenciar los estímulos de figura a fondo y por tanto el tener que prestar atención a tantas cosas al final le excita demasiado y no le permite relajarse. Claro que primero habrá que enseñarle a buscar en casa con pocos estímulos a los que atender.

Por supuesto, si los problemas emocionales de nuestro perro se deben a una mala gestión del entorno (no sentirse seguro fuera de casa o estar alerta todo el tiempo, por ejemplo), el olfato tiene que estar incluido sí o sí en los paseos.

Al principio puede que no quiera coger comida, pero trabajando de manera global irá mejorando y aprenderá a desconectar.

Ahora, ¿es suficiente el olfato para que todos los problemas en el paseo desaparezcan?

Un rotundo NO.

Si tu perro tiene un problema emocional, hay que trabajar también sobre él, y la mayoría de veces lo más probable es que necesites la ayuda de un buen profesional. Por eso no puedo responder de manera general a muchas preguntas que me habéis hecho al respecto por privado.

 

Pautas para problemas en el paseo debido a la excitación

 

Si tu perro está demasiado excitado en el paseo, lo más probable es que en casa sea igual. Por tanto, no hay que centrarse solo en ese momento del día si no trabajar varias cosas. Te las explico a continuación.

– Jugar con él con una estructura diariamente. Inicio, tiempo con el juguete, suelta, trae, fin. Ejemplo de estructura: saco el juguete y le digo una palabra que active e inicie el juego para que lo coja, juego a estirar de él, corro, nos divertimos juntos, hago como que le dejo ganar y que se lo lleve, le felicito por ser un tío o tía fuerte. Le llamo para que me lo traiga, lo cojo y volvemos a juguetear, esta vez le pido que lo suelte y hago presa muerta con el juguete (mordedor a ser posible). Cuando lo suelta le felicito y le vuelvo a dar la palabra de activación. Seguimos jugando, suelto el juguete y que se recree con él, luego lo cojo y me lo guardo.

– Juegos de olfato y estimulación mental en casa y en la calle.

– Trabajar con él, entrenar aunque sea habilidades caninas si es un perro que con eso le basta o hacer algún deporte juntos de equipo si es un perro de trabajo. Estimular de esta forma también su cabecita y mejorar el vínculo con nosotros.

– Darle un espacio de calma dentro de casa donde pueda descansar y tranquilizarse sin que nadie le moleste. Hacerle una guarida muchas veces ayuda y nos sirve para otros casos.

 

Cositas a tener en cuenta en el paseo tire o no tire

 

Déjale olfatear todo lo que quiera en los paseos, como si se tira 10 minutos oliendo una roca. Es más importante el tiempo que nuestro perro pase olfateando que el que pase caminando.

– Correa larga de mínimo 3 metros libre de tensión (2 metros en caso de perros PPP).

– Material de paseo. Si tu perro tira, no es recomendable hasta que le enseñemos a ir con correa y rebajemos sus niveles de excitación, que le paseemos con arneses de espalda ni con collar. El arnés de espalda provoca reflejo de oposición en los perros. Notan la tensión en la correa y hacen más fuerza para compensar esa tensión tirando hacia delante. El collar, incluso cómodo, le puede ahogar y hacer daño en las cervicales.

Lo que yo recomiendo es un arnés de sujeción pectoral, arnés de pecho, los conocidos como anti-tiro. Estos no hacen milagros, pero con un trabajo detrás para enseñarle al perro que cuando sienta tensión (llegue al final de la correa) no debe tirar, ayudan mucho y los perros lo ven mucho más claro. Además no tenemos los problemas que da el arnés de espalda o los collares.

Básicamente, junto con un ejercicio para enseñarle al perro a seguir la correa (modelado de correa), cuando salgamos a la calle aprovecharemos las conexiones neuronales que haya hecho el perro con el ejercicio para darle correa y dejarle oler todo lo que quiera. No obstante, si en algún momento tira un poco, tensaremos nosotros la correa y daremos un pasito atrás con ella para que el perro se pare.

Sin decir nada. Una vez se pare, seguimos caminando. Si el perro tira mucho, le traeremos a nuestro lado con la correa y entonces seguiremos caminando.

 

Perros con problemas emocionales en el paseo

 

Como ya anticipé antes, estos son casos más excepcionales y que deben evaluarse de forma personal para dar la terapia más adecuada y además de todo lo anterior trabajar sobre el problema concreto del perro y darle herramientas de gestión emocional.

Con la mayoría de perros lo explicado en párrafos anteriores es suficiente, pero si tu perro tiene un problema emocional (miedo, reactividad con otros perros o personas, inseguridad en la calle…) lo mejor que puedes hacer por él es contactar con un profesional de confianza como yo para ayudarte a solucionarlo.

 

 

 

 

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