En el post de Viajar con perro I: transportes hablamos de los distintos medios de transportes en los que puede viajar un perro en España.
En todos estos casos debemos desensibilizar lo máximo posible las situaciones a las que se va a enfrentar nuestro perro antes de que las experimente. Por ejemplo, ya vemos que en la mayoría de transportes se nos exige un transportín.
Si desde cachorros o desde bastante antes a viajar positivizamos el transportín y el estar dentro de él, será un factor menos al que enfrentarse en el momento del viaje. Puede que le cause estrés el avión (no podemos subir en avión todas las semanas para entrenar esto), pero que al menos estar dentro del transportín no sea un detonante de estrés añadido. Que se sienta seguro dentro de él.
Consejos para positivizar el transportín
Podemos:
- Armarle un refugio en casa dentro del transportín. Con su manta, juguetes, darle cosas muy apetitosas dentro, etc.
- Dejar el transportín a la vista como un elemento más de la casa y premiarle cuando decida meterse voluntariamente.
- Convertir el transportín en su camita.
- Hacer que se meta de vez en cuando (a ser posible que se meta él solo después de los otros puntos) durante cortos períodos de tiempo mientras le premiamos.
- Una vez ya esté acostumbrado al transportín en casa, dar un breve paseo por el barrio con el perro dentro. Primero por calles muy tranquilas, luego con un poco de gente, más adelante con un pelín más de jaleo, etc. Si no tamos que se revuelve o la situación le supera debemos parar y sacarle del transportín, estamos yendo muy rápido.
¿Y qué hay del coche?
En cuanto al coche los pasos serían más o menos parecidos. Algunas recomendaciones son:
Acostumbrarle a subir al coche sin más y jugar dentro un poco. Primero poco tiempo y cada vez un pelín más, conforme veamos que se siente más cómodo y que sube solo sin problemas. Para esto también podemos al principio estar dentro con las puertas abiertas, la siguiente vez cerrar una, la próxima otra… y así sucesivamente hasta que las puertas estén cerradas y no le de importancia.
Subirle al coche igual que antes pero con el coche en marcha. Aquí repetimos pasos. Recuerda que cuando subimos la intensidad y dificultad del entreno debemos ir hacia atrás ya que estamos añadiendo algo nuevo con lo que no se ha trabajado. Por tanto, cuando pongamos el coche en marcha reducimos el tiempo dentro y abrimos puertas.
Cuando subimos dificultad debemos ir hacia atrás. Vendría a ser como cuando te enseñan a sumar, ya se te da genial y de repente te piden que sumes y luego restes. Aunque sepas sumar, debes aprender a restar antes de poder enfrentarte a una suma y resta conjunta.
Dar una vuelta a la manzana con el coche y observar bien si está demasiado excitado o no. Probablemente lo esté la primera vez al ser novedad. Cuanto menos tiempo esté el coche en movimiento las primeras veces mejor, para que aprenda a ir gestionándolo. Si vemos que le supera es que estamos yendo muy rápido, lo mejor es ir con otra persona para parar el coche y que se baje. Igual que antes, a medida que observemos que lo tolera mejor, daremos una vuelta un pelín más larga.
Algunos consejos
- Evita que ocurra algo que aumente de forma significativa su estrés durante el entreno (experiencias negativas). Ej.: ir por calles ruidosas, tráfico con bocinas, que alguien le de un golpe o empujón mientras está dentro del transportín, etc.
- No queramos precipitarnos y acelerar el proceso pensando que porque parece estar bien tras un par de vueltas a la manzana ya podemos irnos a París.
- Si tu perro es de marearse o sentirse mal por el vaivén, dale algunas pastillas antieméticas para reducir su malestar. Si se siente mal el aprendizaje no será el mismo.
- Muy importante: si tu perro ya tiene miedo a coches y/o al movimiento, el tipo de entreno deberá ajustarse a este miedo.
