Perros con miedo

Hoy hablamos del miedo. Un problema comportamental muy presente en la rutina de muchísimos perros. Es un tema sensible y delicado ya que puede tener distintos orígenes y soluciones.
Miedo-en-perros

¿Qué es el miedo?

El miedo es la respuesta de autoprotección que presenta un ser vivo ante un estímulo que considera amenazante. Ante este estímulo, el perro puede optar por enfrentarse a él o huir.

El miedo es una reacción adaptativa de la evolución. Sin él los seres vivos nos habríamos extinguido hace tiempo.

Desgraciadamente, es también una de las características conductuales con mayor heredabilidad. Esto quiere decir que se traspasan a través de los genes, de padres a hijos. Esto no significa que todos los cachorros de una camada de padre o madre miedosos lo sean, pero aumentará exponiencialmente las probabilidades de que ese cachorro tan tierno e inseguro que vemos, sea en el futuro un adulto con miedos si no se le desensibiliza bien en la etapa temprana de su desarrollo. E incluso así, posiblemente debamos trabajar diariamente con él para mejorar su seguridad y autoestima durante toda su vida.

Cachorros de padres miedosos

Cada vez más criadores tienen conciencia de esto a la hora de criar, pero la realidad es que las personas nos solemos guiar a la hora de escoger a un cachorro por lo mono que es, y no nos paramos a observar su comportamiento o, más importante, interesarnos por cómo son padres y abuelos y conocerles.

Fijarnos en esto antes de escoger al compañero que estará durante los próximos 15 años con nosotros, puede ahorrarnos muchísimos problemas de convivencia futuros.

 

Es completamente normal que nuestro perro tenga miedo de algo que no ha visto nunca o que le exalta, ya que es una reacción adaptativa de la evolución que nosotros mismos poseemos. Nos permite prepararnos y evitar algo peligroso que nos pueda herir. El problema viene cuando el miedo se generaliza (los perros son dados a generalizar sus miedos a todo aquello que le vean un remoto parecido) y el perro vive en una situación en la que cada vez que sale a la calle pasa miedo, con lo cual vive en un estrés continuo.

El vivir de esta forma provoca no solo que no sea feliz, sino que afecta directamente a la salud del perro, física, porque debilita el sistema inmune, y mental, porque le impide o limita la posibilidad de expresar conductas normales. Ej.: tener contacto social, olfatear tranquilamente su entorno, jugar, etc.

Etapas de desarrollo del cachorro

Dejando aspectos genéticos aparte, para prevenir que nuestro perro en un futuro tenga miedo, lo mejor es prestar mucha atención mientras es un cachorro.

Los cachorros, igual que los bebés humanos, pasan por diferentes fases de desarrollo en las que son más o menos sensibles a los estímulos que les rodean. Entre las 3 y 12 semanas, es cuando más conducta exploratoria poseen puesto que ya son capaces de caminar y alejarse de su madre y hermanos. Es lo que se denomina la etapa de socialización.

Es en esta etapa cuando debemos presentarles, con moderación y siempre de forma positiva y sin inundaciones (mucha intensidad de golpe), aquellos estímulos con los que vaya a convivir durante su vida. Transporte público, coches, gente (más allá de nuestra familia), mascotas (más allá de las nuestras), ruidos, diferentes texturas, etc.

El hecho de que nuestro perro nos adore a nosotros y se lleve genial con nuestros perros, no quiere decir que si no conoce a otras personas/perros fuera de este círculo vaya a llevarse bien con el resto.

Justo tras la etapa de socialización, y hasta las 14-15 semanas, hay otra etapa crítica en el desarrollo, la “etapa del miedo”. Aquí, los perros se muestran más inseguros y rechazan más la presencia de estímulos extraños. En la naturaleza esto tiene su ventaja evolutiva, ya que les protege de mostrarse demasiado confiados ante, por ejemplo, la presencia de un depredador.
Es por ello que también debemos premiar e incentivar de forma siempre positiva, los mismos estímulos que le hemos estado presentando en la etapa de socialización. No son raros los perros que se lanzan en brazos de toda persona que se cruzan y que en estas semanas de repente muestren temor ante personas desconocidas.

Por último, después de la “etapa del miedo” tiene paso la de madurez mental y sexual, es decir, el paso a la adolescencia y preparación para la vida adulta. Es importante que no dejemos de socializar a nuestro cachorro durante este período o podría perder el aprendizaje previo.

 

 

Para aquellos que me estéis leyendo porque tenéis un perro ya adulto que tiene miedos, es importante que contactéis con un profesional que os ayude a disminuir los malos tragos de vuestro pequeñín.

Es importante identificar el origen del problema, ya que en función del mismo tendrá mejor o peor pronóstico. Un perro con miedo a los petardos por alguna experiencia traumática puede superarlo poco a poco con una desensibilización y gestión emocional apropiadas. Pero un perro que genéticamente ya es miedoso de por sí y le cuesta digerir experiencias estresantes, no superará de igual forma el miedo a los petardos y quizá deba tomar suplementos naturales para disminuir su reacción emocional a la vez que se sigue un programa de modificación de conducta.

Es por ello que nunca me hartaré de repetir que cada perro es único y no existe la fórmula del millón.

Terapias alternativas contra el miedo

Hay perros a los que les funcionan las terapias alternativas como la aromaterapia con aceites esenciales o las flores de Bach. Hay muchísimas flores de Bach según lo que se quiera tratar. Si te interesa más el tema tienes post sobre ello en el siguiente link:

[button link=”epic-cohen.217-160-225-210.plesk.page” newwindow=”yes”] Flores de Bach[/button]

Desde luego, si nuestro perro ya padece miedo, algunos consejos generales serían:

  1. No forzarle a enfrentarse a lo que le tiene miedo.
  2. No sobreprotegerle. Así no le ayudamos a que gane seguridad en sí mismo, de hecho, puede que tenga más miedo cuando no estamos presentes al tener más dependencia hacia nosotros.
  3. Presentarle el estímulo siempre de forma progresiva sin que tenga reacción a él e ir premiando.
  4. Actuar con tranquilidad y calma cuando nuestro perro tiene miedo.

Si nuestro perrete tiene miedos, agresividad, reactividad, lo que sea, que impide su y nuestra felicidad conjunta, lo mejor que podemos hacer por ambos es buscar ayuda que analice nuestro caso personalmente.

Y por favor, nunca, NUNCA, castiguéis a vuestro perro por tener miedo.

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