Cuando dos perros se conocen siguen una especie de ritual que consiste en acercarse de forma lateral al otro perro mostrándole su costado, hacen un semicírculo, caminan lentamente y finalmente se huelen las glándulas para recabar información del otro perro. A veces también realizan señales de apaciguamiento como oler o apoyar la barriga en el suelo. Luego pueden seguir su camino o ponerse a jugar si alguno de los dos realiza una invitación al juego y el otro está dispuesto.
¿Cuánto dura y cómo tiene que ser un saludo?
El saludo puede durar desde unos segundos hasta varios minutos y debemos dejarles el tiempo que les haga falta si queremos que sea una experiencia positiva para ellos, que se complete el saludo y mejorar sus habilidades sociales.
No obstante, hay muchos perros que no se acercan de esta forma, sea por el motivo que sea, lo que a veces puede dar lugar a problemas si el otro perro lo interpreta como un acercamiento no amistoso. Normalmente, los culpables de que los perros no se puedan conocer de esta forma somos las personas y nuestras correas.
¿Por qué los culpables? Porque muchas veces no les damos la libertad que necesitan con la correa. La sociedad nos impone tener que llevar a nuestros perros atados, pero eso no significa que deban ir con el cuerpo pegado a nuestras piernas en todo momento. Como ya expliqué en el post del paseo agradable y pautas para el manejo de la correa, la correa debe ir siempre libre de tensión durante el paseo y tener una longitud mínima recomendable de 2-3 metros para poder darle cierta libertad de movimientos a nuestro perro.
No importa cómo nos lo vendan, la correa es anti-natural para ellos
La correa NO es algo natural para ellos, así que hagámoslo lo más llevadero posible sin coartarle.
Llevando una correa larga, aunque haya momentos en que la lleves más corta porque vas por una calle con gente, puedes alargarla en el momento en que dos perros se conocen. Esto último es muy importante, ya que la correa NO PUEDE ser un elemento que impida o afecte a la forma en que hacen la presentación.
Mucha gente tiende a ver a otro perro venir y ya recoger correa, lo que le da un mensaje muy claro al perro. “Cuidado, estate alerta que por ahí viene un posible peligro“. En el momento en que vemos a otro perro venir, si ya la correa iba libre de tensión, debemos relajarnos al máximo exponente, mostrar calma y naturalidad, como si fueras a saludar a tu mejor amigo de toda la vida.
Observa el lenguaje corporal de tu perro, si se quiere acercar o no, si se para, si le mira con curiosidad o con miedo, y síguele. Mi caso es algo especial porque estoy trabajando con Kala la inseguridad con otros perros, pero yo en cuanto veo a un perro dejo de existir para ser una observadora pasiva de la situación.
Si Kala da pasitos adelante, los doy con ella, pero ni uno más. Si quiere evitar al perro presto atención al porqué y lo evitamos. Cierto es que hay ocasiones en las que debo intervenir, por ejemplo, dándole ánimos para que salude si veo que es lo que quiere pero no termina de confiar en que el otro perro es amigable (y yo he visto que lo es). Pero ahora mismo estamos en un punto en que casi nunca me hace falta intervenir (tras mucho trabajo, ojo).
Aunque su caso sea ‘especial‘, realmente todos deberíamos ser observadores pasivos durante el saludo y hacerlo lo más natural posible para el perro. Esto es, si mi perro va atado y otro perro le quiere oler, voy a apartar la correa desde el momento cero para que no esté en el camino del otro perro. Si el otro perro se encuentra con una correa en sus narices puede no querer hacer el semi-círculo de saludo o interesarse en olerle.
El temido ‘saludo frontal’
Por tanto, si no hace el semi-círculo de saludo va a hacer un saludo frontal. Y a esto quería yo llegar. Hoy en día casi tooodos los perros se saludan de manera frontal (hocico contra hocico). Y este tipo de saludo es muy ‘maleducado’ en lenguaje canino. Depende de cómo lo interprete el otro perro, porque quizá él también está acostumbrado a ellos o es lo único que conoce, o realmente le da igual, pero un saludo frontal añade tensión a la situación. Es puramente visual (¿recuerdan que los perros cuanto menos visuales mejor?) y no le transmite calma al otro perro al percibirse como algo amenazante.
El amado semi-círculo
El giro que dan los perros al saludarse, por el contrario, es una forma de decirle al otro perro ‘hey, ¿qué tal? soy amigo, ¿nos olemos?‘. Dando este giro le muestran al otro perro su costado en una señal de que no buscan pelea de ningún tipo. Esto no quiere decir que si algo va mal en el resto del saludo o alguno de los perros tiene algún problema emocional, no pueda desencadenarse el desastre, pero en dos perros emocionalmente sanos no tiene por qué pasar nada.
Tras el semi-círculo se pueden oler mutuamente: los genitales, la barriga, el cuerpo, el morro, etc. Una vez, que ya se han saludado, es cuando pueden dar señales de juego y, si el otro perro las acepta, empezar a jugar. Las correas aquí la verdad es que sí que son bastante molestas ya que para darle total libertad de juego deberíamos tener una muy larga o soltarle directamente. Lamentablemente, la mayoría de las veces esto no es posible.
Ahora, ¿cómo no debe ser un saludo entonces y qué debemos evitar?
- PROHIBIDO correas tensas o tirar de los perros para que apenas puedan acercarse. Es muy típica la situación de ver a dos perros hocico con hocico queriendo olerse pero sin llegar a tocarse mientras ambos tutores les impiden dar un paso hacia adelante.
- Intentar que el perro no se acerque de manera frontal. Si es lo que suele hacer, podemos echarle una mano guiándole gentilmente con la correa o, si va suelto, caminando a su lado y haciendo un semi-círculo nosotros con él.
- Si nuestro perro es de los que corren a embestir a otros o que corren hacia otro perro a saludarle, mejor llevarle con correa hasta llegar al otro para reducir las probabilidades de que el otro perro reaccione mal. Nota: Si va corriendo pero se para a una distancia prudencial y avanza lentamente y con tranquilidad desde ahí, no pasa nada.
- Levantar las correas durante el saludo para favorecer la libertad de movimientos. Lo ideal es una correa larga para no estar nosotros en medio y que puedan moverse con facilidad y dar los giros que tengan que dar. No recomiendo las Flexi ya que no es tan fácil manejarlas en este contexto y muchos perros directamente no quieren saludar al ver una Flexi.
- Dejar a los perros saludarse si es lo que ambos quieren y que se saluden el tiempo que haga falta. Harta estoy de ver a dos perros que dan muestras de querer saludarse y ver a los tutores arrastrarles en dirección contraria, ¡o a veces incluso en la misma!. Nota: tampoco hay que crucificar el hecho de que alguien no deje que tu perro le salude. Puede que ese perro tenga algún problema de comportamiento, pero en este caso hablo de tutores que simplemente impiden el saludo porque sí. Nosotros les trajimos a vivir a nuestra casa como animales domésticos, qué menos que dejar que se relacionen con sus iguales.
- Os lo diré una y mil veces: interesaros en conocer el lenguaje canino y, especialmente, a vuestro perro. Cuanto más sepáis al respecto mejor será la convivencia y es un chute de autoestima muy grande también entender qué es lo que te quiere decir ese animal que te mira con esos ojos dulces e inocentes.