A la hora de tratar problemas emocionales en nuestros perros existen distintos tipos de terapias alternativas y naturales que se administran junto con la correspondiente terapia de modificación de conducta.
Las Flores de Bach, son un tipo de terapia natural, y se ha demostrado que sirven para calmar a perros con estrés, miedos, agresividad, reactividad, hiperreactividad, inseguridad, entre otros. Son 38 flores silvestres distintas, cada una de las cuales serviría para un aspecto distinto. Normalmente no le damos al perro una sola flor sino una mezcla de varias según su problema concreto.
Para ello, tiene que ser un especialista quien estudie nuestro caso, nos haga la “fórmula” por así decirlo, y con ello ya vamos al herbolario y nos lo preparan. Así de fácil.
‘¿Si le doy esto a mi perro dejará de tener estrés?’
Como he dicho antes, las flores de Bach no sirven como solución única ante un problema emocional, pero sí que mejoran bastante el cuadro. Ya sabéis que un perro que vive con miedos sufre de un estrés continuado que no solo le afecta mentalmente sino que incide en su salud física.
Lo que hacen las flores es mejorar o más bien reducir un poco el desequilibrio emocional para que nuestro perro pueda gestionar mejor sus emociones. Esto junto con el trabajo que hagamos en otras áreas de su vida, le va a ayudar significativamente.
Como en todo, cuanto antes atajemos el problema mejor, pero cualquier perro puede beneficiarse de ellas. Lo importante es dar con un bien diagnóstico para poder hacer la mezcla correcta.
‘¿Tienen efectos secundarios?’
Al no tener principio activo (como los medicamentos), es totalmente compatible con otro tipo de terapias o medicación y no tiene efectos secundarios o posibilidad de sobredosis.
La mezcla pues, consiste en el extracto de las flores, agua y un pelín de ron o coñac para conservarlo.
Normalmente se toman cuatro gotas cuatro veces al día, pero esto depende de la gravedad del cuadro, por lo que puede que a veces el perro deba tomar más. Lo más efectivo es ponerlas directamente en la boca (a la mayoría les encanta) y unas cuantas en el agua.
‘¿De dónde salen y qué diferencia hay entre ellas?’
Bach agrupó las 38 flores en siete grupos distintos según el problema:
- Grupo 1. Miedo. A personas, perros, situaciones o lugares que no conoce; a no controlar la situación; perros sobreprotectores con la familia, etc.
- Grupo 2. Incertidumbre. Apropiadas para la intolerancia a la frustración, ansiedad por separación e inseguridad.
- Grupo 3. Desinterés por las circunstancias presentes. Perros que viven en su mundo, despistados, demasiado independientes, con demasiada energía, depresivos, que no tienen interés por jugar, etc. Cada flor de este grupo trataría un problema concreto.
- Grupo 4. Soledad. Favorecen la socialización y son útiles para perros que se excitan con facilidad y también para aquellos que exigen atención constante porque no soportan estar solos o que no se les haga caso.
- Grupo 5. Hipersensibilidad. Para perros muy sensibles a todo lo que les rodea y que por tanto sufren de ansiedad continua. Una flor de este grupo, Walnut, es perfecta para la adaptación a los cambios: mudanzas, nuevos miembros de la familia, viajes, etc.
- Grupo 6. Desánimo y desesperación. Perros con poca autoconfianza; con reacción exagerada ante el enfado del dueño a pesar que nunca le hayan hecho nada; perros que han sufrido experiencias traumáticas, etc.
- Grupo 7. Preocupación por el bienestar de los demás. Perros con sobreexitación; que ladran, gimen o insisten mucho para conseguir lo que quieren; que no se cansan nunca; demasiado irritables, etc.
Dentro de cada grupo hay distintas flores, cada una con un nombre y un efecto distinto.
Si alguien siente curiosidad por saber más sobre las flores de cada grupo que me hable por privado o escriba en comentarios ¡y se lo explico sin problemas!
2 thoughts on “Flores de Bach: Terapia natural para perros”
¡Hola Camila! Este post me parece muy interesante porque yo he tomado flores de Bach en algunas etapas de mi vida. Mi perrete lo adopte este julio y ahora estoy entrenando para poder sanar su ansiedad por separación y la soledad. Tiene dos años y por lo que sé, ha tenido una vida dura al cambiar de familias y enfermar por necrofilia. Ahora ya está muy bien. Solo hay q ir cambiando ciertas conductas que le hacen pasarlo mal. (También a veces cuando se excita mucho no para de ladrar).
Gracias 🙂
¡Hola, Clara! Cuánto me alegro de que estés así de implicada en el bienestar de tu perrete. Gracias a vos por cuidarle tan bien 🙂