En el post educativo de hoy voy a reunir un poco lo que vengo estando diciendo estos meses, ya que para conseguir al ‘perro tranquilo‘, es necesario básicamente tener un perro feliz. Con esto me refiero a un perro que no se frustre con facilidad, no se ponga nervioso o no tiemble siempre de excitación máxima cuando cogemos la correa para ir a pasear.
Perro tranquilo no es sinónimo de perro que duerma todo el día.
Y con perro tranquilo no creo que la gente piense necesariamente en un perro que no se mueva del sofá en todo el día. Sino en un perro que sepa sobrellevar distintas situaciones con calma y sin sufrir. Que pueda esperarte fuera con tu madre mientras tú compras, que puedas sentarte en un restaurante sin que dé mil vueltas debajo de la mesa haciendo un laberinto con la correa, poder sentarte en un banco o tumbarte en el césped para tomar el sol y que se relaje a tu lado, etcétera.
¿Y cómo se consigue un perro tranquilo?
Estoy segurísima de que la gran mayoría de vosotros sabría responder a esta pregunta, ya que todo empieza por tener sus necesidades cognitivas, emocionales, sociales y biológicas cubiertas. Empezamos por lo básico y vamos subiendo.
Una buena alimentación y disponer de agua fresca y limpia todo el día es lo primero que se nos dice cuando adoptamos un perrín. ¿Pero te paraste a pensar alguna vez en qué le das de comer a tu perro? Ya sea que lo alimentes con pienso o con comida natural, ambas tienen que ser equilibradas, completas y de calidad. No compres el primer pienso que veas en el supermercado ni alimentes a tu perro solo con pechuga hervida, ambas cosas afectan a su nutrición, y sí, también a su comportamiento. Piensa cómo te sentirías tú si comieras todos los días galletas maría. Se vería afectado tu sistema inmune, tu crecimiento y tu estado del ánimo.
Lo segundo sería las actividades con tu perro. Muchísima gente piensa que para conseguir un perro cansado la solución es correr hasta que el perro caiga rendido y duerma toda la tarde. Lo que mucha de esa gente no sabe, es que cuanto más ejercicio practicas con tu perro más yonkie al deporte lo vuelves, por lo que cada vez deberás correr más y más, no podrás seguirle el ritmo a tu perro y la semana que no puedas entrenar tendrás un perro que vaya dando saltos por la casa porque tiene mucha energía contenida.
Hacer ejercicio físico con tu perro es bueno, yo misma doy largas caminatas con Kala, pero debemos pensar en la intensidad y constancia que podamos mantener.
Y ahora llegamos a la estimulación mental. Gran olvidada. Si de verdad quieres conseguir un perro tranquilo, autosuficiente y relajado, esto no puede faltar en tu día a día. Les vengo dando mucho la tabarra con esto pero es que supuso un mundo nuevo para mí cuando empecé a dedicarme a la educación canina. Para el que no lo sepa, consiste en hacer al perro PENSAR, hacerle más independiente y seguro de sí mismo al poder averiguar cómo resolver problemas y el chute de energía y autoestima que les supone resolver un puzzle. Hoy en día hay mil juguetes en el mercado, aunque yo soy fan de coger tubos de papel higiénico, cajas, hueveras… y dejar la imaginación fluir. Tienes algunos ejemplos de puzzles mentales y circuitos en mis historias destacadas de Instagram.
Haciéndole algunos de estos juegos al día se pueden evitar destrozos en casa debidos al aburrimiento justamente por no tener cómo descargar su potencial mental. Échale un ojo a mi post educativo sobre ‘El olfato: juegos y ejercicios‘. Los juegos son totalmente adaptables a nuestro perro y a sus miedos o inseguridades. Eso sí, con cuidado de no poner juegos demasiado difíciles y muy importante que se lo pasen genial, no lo hagamos como una obligación. Si el perro no quiere no le obliguemos.
Los perros son animales sociales. Necesitan estar en compañía con otros perros o personas. A mí no me gusta nada la idea de dejar a Kala muchas horas sola, a pesar de que ella se queda en un rinconcito ‘durmiendo‘. Hay veces que siento presión social porque llevo todo el día fuera y alguien me dice de tomar unas cervezas, y si Kala no tiene con quién estar me veo obligada a rechazarlo. Algunas de esas veces detecto cómo la otra persona me juzga por no querer dejar a la perra sola tanto tiempo, como si la estuviera mimando demasiado, otras tantas lo entienden. Soy la primera que le gusta disfrutar de un buen rato de compañía humana, pero en el momento que tenemos un animal a nuestro cargo debemos pensar también en él. Si trabajo de 8:00 am a 17:00 pm y me dicen de quedar a las 18:00 pm, a no ser que alguien pueda estar con Kala o que pueda llevármela, no me siento bien aceptando. O sino que se vengan a tomar unas cervezas a casa, oye :).
El caso es que si no somos capaces de cubrir las necesidades sociales de nuestro perro y pasar tiempo con él, no deberíamos tenerlo.
Aquí ojo, porque también es importante que tanto nosotros como nuestros perros pasen un tiempo solos, ¡por el bienestar mental de ambos! pero hay que evitar los extremos.
Luego, paseos tranquilos. Si no has leído mi post ‘Paseo agradable y manejo de la correa‘ te recomiendo que lo hagas, ya que aquí doy algunos consejos y pautas interesantes. Entre ellas, que el principio y el final de cada paseo debe ser tranquilo. Muchas personas antes de salir a pasear cogen la correa y empiezan a chillar con voz aguda: ¡¿Quieres pasear?! ¡vamos a pasear! ¿¡Vamos a la calle?!. Eso ya hace que el perro salga excitado y queremos todo lo contrario.
Recomiendo también evitar juegos explosivos, como por ejemplo tirar la pelota o palo una y otra vez hasta el punto que el perro solo tiene ojos para la pelota y no atiende a nada a su alrededor que no sea eso. Tuve una border collie obsesa de pelota y palos bajo mi cuidado y ¿qué hice? utilizar la pelota para puzzles mentales y abandonar totalmente el lanzar/coger sin control. Y recuerden siempre marcar un inicio y un fin en los ejercicios para evitar frustación y trabajar el autocontrol.
Y por último, pero bastante importante, está el descanso y aprender a ESTAR SIN HACER NADA (con el típico ejercicio de sentarnos a ver la vida pasar). Un buen descanso es importantísimo. Que a veces nos obcecamos en hacer mil actividades diarias y no les dejamos descansar lo suficiente. Y les ocurre como a nosotros, un perro mal descansado es un perro irascible. Dónde duerma importa. Tiene que ser un espacio tranquilo, donde no se le moleste, y adecuado al perro. Cama cómoda, respetuosa con sus articulaciones y tamaño.