Todos conocemos esa mirada de culpabilidad que ponen nuestros perros cuando llegamos a casa y vemos que han hecho una de las suyas.
Evitan nuestra mirada, se encogen, bajan el rabo, se alejan… Les regañamos, pensando que qué listo que es porque nos mira con culpa incluso antes de que le digamos nada y nos preguntamos por qué seguirá haciéndolo si sabe que está mal.
Hoy vengo a contaros que nuestro pequeño NO sabe que está mal.
Si bien nuestro sistema nervioso y endocrino se asemeja en algunos aspectos al de los perros, en muchos otros es totalmente distinto.
Culpabilidad y rencor son sentimientos complejos que requieren que se piense en términos abstractos como el pasado y el bien o el mal.
Los perros viven el presente, no piensan en qué harán mañana o lo bien que lo pasaron ayer en el parque comiendo hojas. Lo cual no quiere decir que no sean capaces de almacenar recuerdos a corto y largo plazo, sobre todo olfativos.
¿Qué quiero decir con esto?
Que si una vez llegaste a casa y le regañaste por haber orinado en la alfombra, después de varias veces relacionará el olor de su orina con tu enfado, pero no entenderá que hacer pipi en casa está mal.
La postura de sumisión, mirada cabizbaja y cola entre las patas son formas que tiene para hacer que te calmes y evitar el castigo o en todo caso reducirlo.
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A veces el castigo para nuestro perro puede ser tan solo que nos enfademos con él o que le hagamos el vacío, algo muy propio de los humanos.
Por tanto, el lenguaje corporal que muestra nuestro perro no responde a un sentimiento de culpabilidad sino en todo caso a una sumisión por miedo o como consecuencia de ver que estamos enfadados.
Las posturas corporales de “culpabilidad” que adopta un perro son similares a las que haría ante otro perro ante el que quiere evitar un ataque.
Si bien hay discrepancia sobre el origen de estos comportamientos en los diferentes estudios que analizan la culpabilidad en perros, todos coinciden en que los perros no sienten culpabilidad.
Es por ello que regañar a nuestro perro cuando llegamos a casa es totalmente inefectivo. No relacionan el castigo con lo que han hecho porque no saben que está mal, por ende seguirán haciéndolo.
Si regañamos a nuestro perro por haber roto un papel hace dos minutos no lo entenderá.
Con esto no quiero decir que no debamos marcar límites y regañar a nuestro perro si ha hecho algo mal. Pero esto debe ser siempre en el momento de la travesura y nunca de forma física. Castigar a nuestro perro físicamente de cualquier forma (golpearle, empujarle, cogerle del cogote, etc.) solo mina la autoestima de nuestro perro y la confianza y vínculo que tiene con nosotros.
2 comentarios en «¿Puede un perro sentirse culpable por haber roto algo?»
Hola! tengo una pregunta. Alguna vez cuando mi perra er pequeña y me hacía destrozas en casa, antes de que yo viera lo que había roto ella ponía cara de pena o, directamente, no me venia a saludar. Yo cuando ya no salía a recibirme, sabía que algo había pasado en mi ausencia. Como podemos explicar esto? Un saludo!
¡Hola, Marina! Te respondo a tu pregunta con otra pregunta, ¿alguna vez habías tú o tu familia, regañado a tu perra por romper cosas? Los perros aprenden de distintas maneras. Tal y como explico en el post, una de ellas les da la capacidad para relacionar por ejemplo objetos rotos = enfado de mis tutores y regañina. No obstante, el perro en su cabeza no ve lo que ha hecho como algo malo y, por tanto, no puede sentirse culpable. Lo que sí que es capaz de ver es nuestro enfado con ellos, aunque no entiendan el por qué. Ante este enfado, muestran señales de apaciguamiento que se traducen en la “cara de pena” que comentas y eso nos hace pensar que se sienten culpables porque les atribuimos características humanas sin querer. ¡Un abrazo!