Este tema tiene bastante chicha y muy probablemente en algún momento suba más post educativos hablando de esto. Por el momento, vamos a ver qué es la dominancia. O qué se considera dominancia en perros y por qué.
Dominancia
Cuando se habla de dominancia en perros, se habla de la idea de que los perros viven en jerarquías lineales donde solo hay líderes y seguidores. Mucha gente es de la opinión por tanto de que si no le dejas claro a tu perro que eres el que manda, el perro se impondrá a ti para ser tu líder. Pensar que nuestro perro se cree el líder viene con muchas consecuencias negativas atribuidas, como la agresividad y la protección de recursos, por ejemplo.
¿Por qué se tiene esta idea general?
Muchísimos profesionales utilizan la zoología comparada para entender los comportamientos de una especie. Es decir, van al familiar más cercano de la especie de interés y observan su comportamiento para luego compararlo con la primera especie. En el caso de los perros, el familiar más cercano es el lobo. Realmente la dominancia empezó a estudiarse con las gallinas, aunque esto no impacte tanto ni quede tan impresionante.
La zoología comparada estudia los rangos del comportamiento del familiar genético más cercano al de interés.
En 1975 fue la primera vez que se observó el comportamiento de los lobos en condiciones de cautividad. En el experimento se vio que los lobos luchaban por mantener la jerarquía y se veía claramente un macho y una hembra alfa que dominaban la actividad del grupo. Mientras tanto, el resto se mostraba sumiso y presentaba conductas que indicaban la no intencionalidad de un ataque o de retarlos.
De aquí se empezó a extrapolar que para que tu perro te obedezca, te escuche y te respete, debes mostrarte dominante y ser su alfa.
¿Entonces está bien que pensemos así?
Díganmelo ustedes. Nosotros compartimos un 99% de nuestro ADN con los chimpancés. ¿Criamos a nuestros hijos en base a cómo los chimpancés cuidan a sus crías? Es muy importante el conocimiento que podemos sacar de las especies cercanas, pero esto no debería tomarse como norma para el trato a la otra especie.
Si bien perros y lobos tienen comportamientos en común, son especies distintas.
Por ejemplo, los lobos tienen un sistema de cría cooperativo que consiste en que solo hay una pareja reproductora (la alfa) y toda la manada se asegura de la supervivencia de la camada.
Por otro lado, los perros son tremendamente promiscuos y una misma camada puede tener distintos padres, siendo la hembra la única responsable de los cachorros, por lo que la supervivencia de estos es mucho menor en comparación a los lobos.
Otro ejemplo es la forma de alimentarse. Los lobos cazan en grupo y se coordinan para obtener mayores beneficios. Los perros son carnívoros carroñeros que no suelen cazar aun cuando viven en las calles de forma “salvaje”, ya que optan por “robar” comida de los contenedores.
Los lobos de manadas rivales si se cruzan se enfrentan entre sí y nunca le dan la espalda a un lobo desconocido, no se dejan oler. Sin embargo, si mi perro está bien socializado y se encuentra a otro perro, va corriendo tan feliz hacia él y juegan juntos. Esto es impensable desde el punto de vista de un lobo.
En resumen
Que dos especies compartan ADN no significa que sean iguales social o comportamentalmente. Solo un 0,1% de diferencia en el ADN supone muchísimo.
También puede darse el caso de que si bien perro X es sumiso con perro Y, al rato perro Y puede ser sumiso con perro X.
Lobos en cautividad
Volviendo al estudio de lobos en cautividad, se han hecho estudios posteriores observando manadas de lobos en libertad durante más de una década. En ellos, se ha visto que incluso existiendo una pareja reproductora que guía al grupo, esta también presenta conductas de sumisión en ocasiones ante otros miembros de la manada.
Estas “conductas de sumisión” no son más que la primera versión de las señales de apaciguamiento. Estas sirven para reducir la tensión en momentos que pueden dar lugar a un conflicto y para fortalecer la unión con otros miembros de la manada.
Por otro lado, las manadas de lobos están formadas por los hijos de la manada reproductora, que luego ayudan a criar a sus hermanos. Una vez alcanzan la madurez sexual pueden elegir voluntariamente abandonar la manada y buscar otra o quedarse a ayudar a criar a los cachorros.
No se ha visto nunca que un miembro beta rete al macho alfa para ocupar su lugar. Incluso cuando un macho alfa muere suele ocupar su lugar un macho desconocido.
Los lobos en cautividad mostraban dominancia y agresividad porque estaban encerrados, no eran parientes y no tenían la posibilidad de abandonar la manada. Fueron forzados a convivir todos juntos y, como todos sabemos, el estrés hace que se den comportamientos inusuales en el mundo animal.
Mitos basados en la Teoría de la Dominancia
1. Comer antes que tu perro. Esta creencia es debida al pensamiento anticuado de la dominancia en la manada. En los lobos, el alfa solo come primero cuando la presa es pequeña. Si es grande comen todos juntos. En el caso de nuestro perro él siempre come. No es como que si él come nosotros no (o viceversa), por lo que no tiene sentido.
2. Tu perro debe caminar detrás tuyo. Otro mito basado en que el alfa siempre debe ir primero. En las manadas de lobos si bien la pareja reproductora guía al grupo, cada miembro decide si adelantarse o no y pueden caminar delante de los alfas sin problema.
3. Alpha Roll. Una de las técnicas más extendidas hoy en día. Siempre te vas a encontrar alguien por la calle que defienda el Alpha Roll a capa y espada porque lo vieron en la tele. Consiste en tumbar al perro boca arriba o de costado y mantenerle en esa posición. Se suele recomendar para castigar al perro por una conducta indeseada o para “enseñarle quién manda”. Esto viene de lo mismo, de que los lobos realizan esto para dominar a otros miembros. Sin embargo, al lobo beta nunca se le obliga a darse la vuelta, siempre lo hacen de forma voluntaria. Nunca es consecuencia de un castigo o agresión por parte del otro lobo, por lo que no tiene sentido que sea una forma de controlar a la manada. Y, una vez más, este comportamiento es bidireccional.
¿Sabíais esto sobre los lobos? ¿Se tumban vuestros perros boca arriba al jugar con otros perros?