Antes que nada lo que necesitamos saber es que antes de meternos en algún transporte con nuestro pequeño, este debe haber sido desensibilizado previamente poco a poco para que en la primera experiencia no se agobie.
El coche al igual que el resto de transportes, es un lugar cerrado y en movimiento. No todos los perros soportan esto de la misma manera. Ya de por sí son dos factores que van a hacer que el viaje no sea cómodo para él. Repito que todo depende del individuo, hay perros a los que les encanta, pero siempre digo que mejor prevenir que curar.
Igual que hacemos con las personas, perros y otros animales, tenemos que introducir este nuevo entorno (para nuestro perro es un entorno desconocido) de forma positiva y gradual.
Voy a intentar explicar uno por uno cada tipo de transporte y lo que, bajo mi punto de vista, hay que tener en cuenta antes de meter al perro en el coche e irnos al campo o a otra ciudad.
El coche
El coche me parece uno de los transportes que dentro de lo que cabe tienen más libertad para el perro ya que basta con ponerle un arnés y un cinturón de seguridad y puede ir dormidito en el asiento trasero. Otras personas prefieren llevarlo dentro de un transportín o en el maletero, pero discutiremos en los siguientes apartados lo que habría que hacer para esto.
En cuanto a lo del maletero, recuerda siempre que debe tener una separación con los asientos para que el perro no pueda saltar delante y que nunca, bajo ningún concepto debe ir encerrado en él. Debe ser capaz de ponerse de pie si quiere y estar siempre ventilado para evitar golpes de calor o de frío.
Kala siempre viaja en el asiento trasero con el arnés y el cinturón que comenté antes, pero no sé cómo hacía la bicha que siempre conseguía zafarse. Hasta que le compré un arnés mejor que no solo la protegiera sino que también le fuera cómodo. Para perros escapistas es mejor llevarlos dentro de un transportín o en el maletero como comentábamos antes.
No debemos llevar nunca suelto al perro, tanto por su seguridad como por la nuestra. Por muy bien que se porte. Por mucho que se tumbe y no se mueva en todo el trayecto. Si tenemos un accidente de nada nos va a servir lo quieto que esté.
El tren
En los trenes españoles me consta que solo pueden viajar perros de hasta 10 kg en medias y largas distancias. Actualmente (febrero, 2019) hay una petición abierta en Change.org para pedir a renfe que dejen viajar a perros más grandes.
En cualquier caso, los perros en trenes deben viajar dentro de su transportín. Sin ser posible que salgan fuera durante el trayecto. Otra vez hablamos de medias y largas distancias.
En trenes de corta distancia el perro puede ir solo con correa y bozal.
El bus
En el caso de líneas urbanas se aplica el mismo reglamento que en el tren, transportín y un peso máximo de 10 kg. Aunque esto está empezando a cambiar en algunas comunidades como Madrid. Por otro lado, cuando hablamos de trayectos de corta, media o larga distancia, el perro debe ir en un transportín rígido en bodega junto a las maletas.
Aquí voy a hablar a modo personal y siento si alguien se siente ofendido, además de que solo puedo hablar en el caso de Alsa, pero yo jamás viajaría con mi perro de esta forma.
Como mencioné antes, el perro viaja con las maletas, como una maleta más. La bodega NO está acondicionada, NO tiene un espacio especial y sufre muchísimo, pero que muchísimo estrés.
Imagínate las constantes vibraciones al estar junto a las ruedas, el frío o el calor según la época del año, que de repente se le pueda caer una maleta encima del transportín… y muchas otras cosas.
Yo respeto y quiero a mi perro lo suficiente como para no hacerle pasar por ese mal trago. Si es necesario se alquila un coche o se comparte uno (hoy en día existen varias empresas de compartir coche), pero no viajen en bus con su perro en bodega hasta que cambien esta normativa y como mínimo les dejen viajar con nosotros dentro del bus.
El avión
El avión es sin duda uno de los transportes que más estresará al perro por la experiencia en conjunto (transportín, mucha gente, ruidos, olores, entrar y salir de sitios que no conoce). Si tenemos la suerte de que nuestro perro pesa máximo 7 kg y nuestro transportín pesa 1 kg, podrá viajar con nosotros en cabina (en ciertas compañías).
El peso máximo en cabina es de 8 kg, incluyendo animal y transportín semi-rígido. Pueden viajar dos juntos dentro del mismo transportín siempre que cumplan este peso.
Por mucho que vaya en cabina con nosotros tiene que ir dentro del transportín y a los pies, no hay más espacio en las piernas aunque hayamos pagado un billete de mascota, por lo que van a tener que viajar bastante incómodos.
Yo me traje a Kala a Praga y menos mal que el vuelo de Alicante a Barcelona fue de 1 hora y el de Barcelona a Praga de 3 horas. El transportín apenas cabe en los pies por mucho que cumpla las medidas y Kala lo pasó algo mal al sentirse tan aprisionada.
Si tenemos un perro grande tiene que ir sí o sí en bodega. Aquí el transportín tiene que ser rígido. La bodega del avión a diferencia del bus sí que está acondicionada, pero aún así el animal pasa mucho estrés.
En todos estos transportes los perros guía o de asistencia pueden viajar sin límite de peso o tamaño.
Si quieres saber cómo trabajar con el transportín y el coche te recomiendo que leas la segunda parte de este post:
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